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Economia

La estructura económica de Ormaiztegi, al igual que su entorno, hasta los inicios del siglo XX descansa en la agricultura y la ganadería. En 1857, según nos informa el ormaiztiarra Serapio Mujika, se contaban 60 caseríos y 35 casas y la población mayoritariamente vivía de la agricultura y la ganadería. En ese tiempo precisamente, a mediados del siglo XIX, los cambios experimentados en los medios de locomoción (carreteras y ferrocarril) propiciaron el nacimiento de actividades distintas a las agropecuarias, cuyo exponente más notable se refleja en el Balneario, pero al tiempo la existencia de minas en localidades próximas provocan el inicio de actividades industriales.

Ormaiztegi atiende a la estructura de población formada al abrigo de un cruce de caminos. El "Camino Real de coches y postas" atraviesa el municipio y entre los años 1846-1848 se construyó la carretera de acceso a Oñati, a través de Legazpi, para dar satisfacción a las condiciones impuestas por Oñati para su incorporación a Gipuzkoa. Pero se produce en este campo otro hecho de gran influencia, cual es la construcción de la línea de ferrocarril (el 15 de agosto de 1864 se inauguró el viaducto de Ormaiztegi, la obra más espectacular de la línea Madrid-París).

La construcción del ferrocarril y especialmente el viaducto trajo consigo al municipio unas posibilidades hasta entonces desconocidas, Serapio Mujika, nos cuenta que "Ormaiztegi fue el centro del alto personal que entendió en la construcción de las importantes obras en túneles, trincheras terraplenes, etc., que se hicieron en aquellos contornos, así como de gran número de obreros y contratistas y con este motivo se abrieron en la villa varios establecimientos propios para el sustento y entretenimiento de estas gentes: posadas, cafés, billares, etc. que proporcionaron a muchos, pingües y ganancias, que sumadas a los buenos jornales que se pagaban a los obreros en aquellos tiempos de abundancia, aliviaron en mucho la necesidad en que vivían la generalidad de los vecinos por la pobreza de las tierras, poniéndoles en condiciones de atender con más holgura en lo sucesivo a las faenas agrícolas".

"Debajo del puente, estaba situado el antiguo balneario".

Madoz cita en su Diccionario Geográfico - Estadístico - Histórico de España la peculariedad y abundancia de aguas en el municipio, que hizo funcionar hasta tres molinos, pero el hito fundamental se sitúa en 1853, momento en el que se constituye una sociedad para la explotación de las aguas sulfurosas. En este momento nace el Balneario que hará famoso al municipio y atraerá a gran número de bañistas a la localidad, fomentando el desarrollo del sector servicios, como queda de manifiesto con la existencia de dos posadas, Ezkurdia y Elosegi, amén de los bares de Berjaldegi, Eliztondo y la cantina de la estación, todo ello en una población que apenas suma 630 vecinos.

En 1888 Ormaiztegi consigue su Estación de ferrocarril (inaugurado en 1891), lo que abrirá nuevas posibilidades económicas al municipio. El mineral de las minas de Mutiloa y Zerain se canaliza a través de esta estación.

Se observa que desde mediados del s. XIX Ormaiztegi cuenta con una coyuntura inmejorable para dar inicio a actividades y modos de vida nuevos: la construcción de la línea férrea y el propio viaducto propició la presencia de trabajadores especialistas que hicieron escuela entre los ormaiztiarras que junto con los miles de trabajadores vascos participaron en las obras del ferrocarril y posteriormente a los cuantiosos bañistas que acudían al balneario, surgiendo así una nueva fuente de riqueza. De otra parte el ambiente surgido en torno al Balneario - exponente de otras formas de vida - incidiría en el cambio de mentalidades.

Según Serapio Mujika los ormaiztiarras vivían mejor, ya que aunque la mayoría continúa con las labores agropecuarias, unos pocos inician la búsqueda de otras posibilidades. Para todas las nuevas iniciativas la villa cuenta con unas inmejorables posibilidades de comunicación.

Como en todas las localidades, en la segunda mitad del s. XIX, existen en la villa artesanos que atienden las necesidades de la población, entre los que caven destacar los carpinteros. De la evolución de estos artesanos surgen iniciativas industriales que han llegado hasta nuestros días.

Esta circunstancia explica que la industrialización de Ormaiztegi se halle directamente vinculada a familias locales.
De hecho las actuales Carrocerías Irizar, S. Coop. tienen su antecedente claro en la carpintería de la familia Irizar. La evolución halla su inicio en la carpintería existente en el caserío Uherkalde, donde se construyen gurdis (carros de bueyes), pasando por la serrería instalada en Berjaldegi-berri donde se empiezan a construir diligencias. En 1925 se instalan los Irizar en un pabellón industrial donde se instalan máquinas para la mecanización de la madera. En 1848 se construyó la primera carrocería metálica. En estos pabellones se sitúa el embrión de Carrocerías Irizar, S. Coop. que hoy conocemos.

No obstante la vocación carpintera de los Irizar halló otro exponente muy distinto al anterior y que alcanzó gran repercusión, se trata de la Fábrica de Muebles San Antonio, que cerró sus puertas en 1.936. Los últimos muebles que se fabricaron tuvieron su destino en la Embajada de España en Amsterdam.

También provenía de esta familia Irizar la empresa que se localizaba en el barrio de Alegia, y conocida como Fundiciones y Laminaciones Irizar.

La de los Lasa es otra saga vinculada a iniciativas industriales que tienen por escenario a Ormaiztegi. José María Lasa fue el precursor y fundador de la fábrica de motores eléctricos y alternadores, primero SOLI (JML), posteriormente ONENA (JML). De aquí se derivarán otras iniciativas industriales que continúan trabajando en torno al motor eléctrico, tales como INDAR en Beasain, fundada por antiguos trabajadores de ONENA, así como Construcciones Electromecánicas LETAG y Construcciones Eléctricas de Guipúzcoa, fundadas por miembros de la familia Lasa.

No obstante a lo anterior cabe reseñar otras actividades industriales, así como la fábrica de Forja Estampación de Juan Azurmendi, que se ubica en la antigua fábrica de achicoria y que data de principios de siglo (1913).

Otra actividad importante es la desarrollada por la fábrica de tejas y ladrillos Cerámica Zelaikoa, Hijos de Andrés Tellería. Esta tejería fue adquirida a primeros de siglo por Andrés Telleria del caserío Alkain de Gabiria. 

Resta, finalmente hacer referencia a la fábrica de tintas de imprenta, pinturas, esmaltes y barnices de Carlos Garcia y Cia S.R.C.

(Algunos datos que se citan en este texto están recogidos del trabajo de Arantxaxu Garmendia titulado, "Industrializazioaren lehen urratsak Ormaiztegin: Construcciones electromecánicas Onena -José Mª Lasa-).